Mi perla de arena, Perlarena 2012, ya está a salvo en botella.
Llegó esta mañana a bodega la unidad ultra moderna y móvil, con unos portugueses y un argentino muy simpáticos y competentes al mando.
Primera cata de verdad una vez el vino ha sido embotellado y filtrado, de una manera respetuosa y que ha beneficiado al vino sin ninguna duda:
Color pálido, salmón ligero, con una nariz fresca, muy aromática y envolvente.
Aromas florales, frambuesa, citricos, mandarina y toques anisados.
Lejos del típico monolítico aroma a fresa y/o cereza con tonos oscuros.
Tampoco cae en el bombón inglés, acidulado, producto de fermentaciones a temperaturas muy bajas.
Boca equilibrada entre alcohol, acidez y untuosidad. De hecho su peligro reside en este gran equilibrio que lo hace bebible como el agua, un agua bendita pero con un pequeño 13% de alcohol.
Creo sinceramente que he logrado el rosado de mis sueños. Como siempre intentaré mejorarlo año tras año, pero ya la referencia de base es muy alta.
A pesar del escaso número de botellas para esta añada, tres mil y pico, estoy convencido que se va a hablar del Perlarena 2012.
Santé!!
Enhorabuena.
Saludos cordiales de Erik Cervera, de MOOG.